Aunque el origen del GPS se remonta a la década de 1970, pasaron más de 10 años hasta que se incorporó como herramienta táctica en el Ejército de los Estados Unidos, y recién a comienzos del año 2000 se libera su uso civil.
A partir de entonces, la industria del transporte ha sido la que mayores beneficios ha obtenido de la tecnología de posicionamiento global, y su uso ha traspasado la funcionalidad de ubicación geográfica, para avanzar como instrumento clave en seguridad; sin embargo, a medida que se amplía su uso como elemento de control, se desarrollan también instrumentos para anular su cobertura, los Inhibidores de Señal de GPS, o Jammer.
¿Por qué alguien querría inhibir una señal GPS?
Las razones son diversas, el primero que se nos viene a la mente es la intención delictiva, el robo de un vehículo que tiene instalado un equipo GPS, y que los ladrones desean inhabilitar para no ser rastreados; pero esta no es la única.
En Estados Unidos el uso, promoción y comercialización de inhibidores de señal GPS es ilegal, no obstante, se consiguen de todos modos en línea, y son muy utilizados por choferes que no desean ser localizados por sus empleadores, o quieren evitar el pago de peajes.
En Chile no existe una ley o proyecto que prohíba su comercialización o uso, y las industrias que dependen del GPS para su funcionamiento y seguridad se ven expuestas al bloqueo de sus navegadores e incluso señal telefónica, por aparatos que se consiguen a muy bajos precios y se comercializan con absoluta libertad.
Al momento de optar por un sistema GPS como parte de la seguridad de su vehículo, es fundamental que éste cuente con la capacidad de identificar a tiempo la acción de un jammer.
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Fuentes:
Bloquear una señal GPS es peligroso, ilegal, sencillo y muy barato